sábado, 11 de enero de 2014

´Los leones no me ven como su amigo pero me quieren, son mi familia´

11.01.2014 | 02:06
Martin Lacey y «Valencia», su último cachorro felino.
Martin Lacey y «Valencia», su último cachorro felino. 

Domador. Solo alguien con el arrojo de Martin Lacey Junior (Oxford, 1977) es capaz de encerrarse con una treintena de leones para batir un récord Guinness. El adiestrador lleva semanas preparándose para ello en Valencia y hoy actúa en el festival del Circo Mundial. «Una vez caí y un león se me abalanzó. Si hubiese querido matarme me habría arrancado la cara», dice
Mientras el mundo del fútbol se debate sobre qué jugador es el mejor, en el circo la discusión está zanjada: Martin Lacey Junior es la gran estrella sobre la pista. Galardonado con el «Clown de Oro» en Montecarlo, este joven domador se entrena en el jardín del Turia con sus cuarenta felinos con el objetivo de llevar a cabo próximamente el espectáculo circense con mayor cantidad de leones.

¿Ha meditado bien la idea de meterse en una jaula con treinta leones? ¿Está seguro?
No hay nadie en el mundo trabajando con tantos leones como yo y mi objetivo es hacerlo con el mayor número en el mundo. Ahora actúo con doce leones, pero quiero trabajar con treinta, ése es el récord mundial.

¿Por qué lo hace?
Mis leones son mi familia. Si uno muere, yo lloro. El público disfruta del espectáculo pero ellos son mi familia. Me gusta que la gente se divierta, que se asuste? La televisión es fantástica, pero lo que me gusta es que la gente lo vea y lo viva de cerca, que lo huela. Por eso cada actuación me la tomo como la última.

¿Qué opinión le merece el público de Valencia?
Un artista es aquel que ofrece emoción al público. Aquí en Valencia he visto a la gente gritar de la emoción y eso es lo que busco. He ido luego a restaurantes, he subido a taxis, etc. y la gente me reconoce: «¡tú eres el de los leones!» Me encanta Valencia. Es como un pequeño Montecarlo. La gente, los parques y mis leones disfrutando del sol. Soy muy feliz aquí.

Dígame la verdad, ¿se puede comunicar con los leones?
¿Conoce al Doctor Dollitle? Yo también hablo con ellos (risas). Los leones entienden hasta treinta mandatos, pero me puedo comunicar con ellos por el movimiento y el lenguaje. Un buen entrenador de animales no castiga al animal. Esto es muy importante. En el pasado se empleaba este sistema, pero ahora se trata de construir su carácter. Por ejemplo, el gran león es muy vago, y pienso «¿qué puedo hacer con él?». Todos pueden saltar o sentarse, pero no todos lo disfrutan, y el secreto es que los animales disfruten. Cuando son pequeños, los miro y pienso: «éste es bueno para besar, éste otro para otra cosa...». Ésa es la manera de entrenarlos. Sin presionarlos. Ellos lo entienden todo, no son estúpidos y para mí es fantástico ver cómo aprenden, como un profesor con sus alumnos.

Los cuida como una madre?
Hemos tenido doce cachorros este año. La leona madre no tenía suficiente leche, y yo entré con ella y le ayudé a dar de mamar. Soy parte del grupo, me han aceptado, soy como un león pero con otra apariencia extraña. Estoy siempre con ellos. Tengo gente trabajando, limpiando, etc. Pero yo estoy siempre, porque ellos son mi familia.

¿Nunca le han atacado?
No. Una vez caí, y un león se me abalanzó. Pero si el león hubiese querido matarme, lo hubiera hecho, me hubiera arrancado la cara. Cuando vio que era yo quitó su zarpa de mi cara (señala su cicatriz en la mejilla derecha). No fue un ataque, porque ante un ataque yo no hubiera tenido ninguna oportunidad de escapar. Fue un accidente que me costó una operación de nariz. Son máquinas de matar, lo hacen de forma automática, no es nada para ellos. Así que el secreto es tener su respeto. Cuando trabajo con los animales, y lo hacen bien, les aplaudo y les doy carne. Cuando lo hacen mal, cambio la voz, sin gritar, pero cambio el tono. No se les pega con un palo, se les riñe con el tono de la voz. Lo entienden porque son inteligentes.

¿Merece la pena tanto riesgo?
Cuando amas lo que haces eres feliz. Ellos son peligrosos, sí, y por eso vivo cada actuación como si fuera la última. En cualquiera me puedo caer y? se acabó. Es la naturaleza. Ellos no me ven como su amigo, pero me quieren, son mi familia. Aún así esto no es el «Rey León», no es Disney. Si te quedas con su respeto, estás a salvo. Cuando les obligas o les presionas ahí está lo peligroso.

¿Cuándo decidió que se dedicaría a domar leones?
Cuando acabé la escuela, con 17 años. Mi hermano pequeño es doctor y el mayor también hace lo mismo que yo.

¿Qué se podrá ver en las funciones del festival internacional que empieza hoy?
Voy a darlo todo. Se va a poder ver una actuación con mucha emoción. Eso es lo que deseo dar y por esa razón estoy aquí, donde el público es muy cálido y amable. Es el festival más importante de España, en un circo tradicional. Tuve éxito en Montecarlo y también quiero tenerlo aquí, y para eso he traído una gran logísitca desde Alemania.
fuente: LEVANTE-EMV.COM


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